domingo, 15 de abril de 2012

LA EV.UNIVERSAL AL EXTREMO






Hugo Aboites*






En 1990, en lugar de comenzar a reparar un sistema educativo postrado por la crisis, se optó por evaluarlo. En consecuencia, durante los pasados 20 años y en nombre de la calidad se han aplicado más de 100 millones de exámenes estandarizados; más de un millón de maestros y académicos de todos los niveles son evaluados periódicamente; al mismo tiempo, que para hacerlas de calidad, decenas de miles de escuelas, cientos de universidades, y miles de programas de estudio son también objeto de escrutinio.Desde una lógica empresarial, se suponía que la competencia y la posibilidad de una recompensa económica –es decir, el mercado–, transformaría la educación mexicana. Sin embargo, hoy, dos décadas más tarde, nadie (ni PISA, ni Enlace, ni Ceneval, ni el INEE, ni las propias autoridades educativas, ni los analistas, estudiantes, maestros, padres de familia y comunidades) puede afirmar que en estos años la educación mexicana ha entrado en una etapa de vigoroso dinamismo, creatividad y mejoría.Parte este enorme fracaso se debe al uso intensivo de la evaluación externa, vertical y de mercado. Excluir como actores de la evaluación a los actores principales del proceso educativo (estudiantes, maestros, colectivos escolares) y someterlos a un régimen estricto de control de calidad y de individualización no es precisamente algo que promueva el compromiso colectivo, la autogestión, la relación con padres de familia y con la comunidad, elementos indispensables todos para la formación de personas y ciudadanos.Con este antecedente, llama la atención que ahora se insista en profundizar esa vía mediante una evaluación universal que sería aprobada como parte de la Ley General de Educación y comenzaría su aplicación el próximo junio.Sin hacer un balance de los pasados 20 años, se intenta comprometer a la próxima administración por un camino que claramente se ha convertido en un callejón sin salida.Con la evaluación universal se aplicaría a los maestros un coctel de cuatro pruebas distintas, que al combinarse crearían un ambiente asfixiante en las escuelas. El maestro sería evaluado –y hasta despedido– a partir de 1) los resultados que obtenga en los cursos de formación que unilateralmente determine la Secretaría de Educación Pública (SEP); 2) los puntajes que logren sus estudiantes en la prueba Enlace, a pesar de que se reconoce que estos reflejan más la profunda diferenciación social y educativa del país que la actuación de un maestro en lo individual. Sería como hacer responsables de la acentuada mortandad infantil a los médicos que trabajan en zonas marginadas. 3) Los resultados que obtenga el docente en una prueba estandarizada, a pesar de que es un instrumento probadamente incapaz de medir el talento profesional. Por ejemplo, se pregunta, ¿Qué niveles educativos integran el sistema educativo nacional? A) Básica, media superior, superior y posgrado; B) Inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior; C) Inicial, básica, media superior y superior; D) Básica, para el trabajo, media superior y superior. ¿Atinar a la respuesta correcta de preguntas cantinflescas como ésta realmente identifica a un buen maestro? Finalmente se contabilizaría también 4) el grado en que cada uno del millón de maestros del país, se ajusta a los estándares (una veintena de actitudes o comportamientos obligatorios), por medio de un mecanismo de vigilancia periódica de su actuación frente a grupo. Es decir, robotizar la enseñanza, con maestros de 20 comportamientos programados.
Así, la inocente rendición de cuentas se transformó en una estructura de sujeción del maestro, cada vez más extrema y contraproducente. Los maestros, evidentemente, se oponen y están diciendo que es el momento de replantear la evaluación nacional, a partir de la otra evaluación, la que surge desde el aula y la escuela misma, de los estudiantes y maestros, de los padres de familia y de las comunidades. La SEP puede apoyarse en este proceso o combatirlo.A John Hazard, excelente maestro, despedido político de la UACM. * Profesor-investigador, UAM-X

viernes, 13 de abril de 2012

SIGUEN LAS DEMANDAS CONTRA EVALUACION UNVERSAL

Maestros demandan amparo contra la evaluación universal
Artemio Ortiz/Quadratín
12.04.2012 22:23

Foto: Especial
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MÉXICO, DF., 12 de abril del 2012.- Los maestros, organizados en torno al Comité Ejecutivo Nacional Democrático del SNTE, con apoyo de la Unión de Juristas de México, demandamos este lunes 9 de abril, la protección constitucional ante el Juez Tercero de Distrito en Materia Laboral en el DF, en contra de actos del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, por la negativa de éste a la fijación de medidas para cancelar provisionalmente la aplicación a docentes del examen de Evaluación Universal, el próximo 24 de junio del año en curso.
El juicio de garantías y la demanda original, además de reclamar la cancelación definitiva de la mentada Evaluación Universal, tienen como propósito impedir la consumación de una serie de violaciones y daños irreparables a los demandantes en sus derechos laborales de estabilidad y permanencia en el empleo, logrando con estas medidas, y particularmente con el amparo, la continuidad de la lucha política, y a la vez legal, de los trabajadores de la educación en la defensa de nuestros derechos y conquistas.
Miles de docentes en todo el país están inconformes de los acuerdos políticos que se han llevado a cabo entre la SEP y la ilícita e ilegítima Elba Esther Gordillo Morales, identificados en la llamada Alianza por la Calidad de la Educación, que prevé y opera una modificación ilegal y arbitraria de las bases constitucionales del sistema de educación pública y los mecanismos de contratación, permanencia y promoción en contra de los maestros en su trabajo y sus derechos de antigüedad y escalafón.
Los días 18 de noviembre y 2 de diciembre del 2011 y 27 de enero del 2012, los maestros colectivamente presentamos demanda en contra de la SEP y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, reclamando la cancelación definitiva de la punitiva Evaluación Universal, radicándose en el Tribunal el juicio laboral con numeral: 7607/2011 y sus acumulados, seguido por Raúl Franco Godínez y otros, en los que se admitió la demanda, pero se negó la media provisional de cancelar temporalmente el examen.
En opinión de los demandantes y juristas, la evaluación en mención viola el artículo 123º Constitucional y, transgrede además, lo previsto en los artículos 14º, 16º y 17º de la misma Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y lo relativo en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, así como la negativa de implementar una medida provisional;
Aunque la SEP y el SNTE reiteran que la ACE y la Evaluación Universal no afectarán a maestros y tramposamente anuncian que todos sus instrumentos y modalidades serán aplicados hasta el año 2015 y no a partir de junio próximo, son solamente declaraciones desesperadas para confundir y hacer desistir al magisterio democrático de su lucha nacional por la cancelación de estas medidas arbitrarias, por ello, el llamado es a intensificar la movilización y la lucha legal y política contra la evaluación y el gordillismo. A que intensifiquemos la entrega de demandas contra la Evaluación Universal desde hoy, hasta el 31 de mayo, - según el plazo acordado con el mismo Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje -, y reforzar la fase de amparo contra la aplicación de dicha evaluación. Prepararnos para el día 24 de junio, detener contundentemente en todos los Centros de Aplicaciónde la Evaluación Universal que pretenda instalar la SEP en todos los estados y el país. Además de profundizar la Campaña Nacional de Firmas contra Elba Esther Gordillo Morales; más en este momento en que ya no tiene Toma de Nota, que la representación del SNTE se encuentra en litigio y que estamos a la espera de que en la próxima semana el Pleno del TFCyA nos dé el resolutivo final de nuestra solicitud, como CEND del SNTE, de la representación formal del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, según nos lo diera a conocer el propio presidente magistrado Alfredo Farid Barquet Rodríguez. Reforzando con el dato, para conocimiento de los trabajadores de la educación y el pueblo mexicano, de que en las comparecencias contra la Alianza por la Calidad de la Educación, en la fase de arbitraje que llevamos esta semana en el Tribunal Federal, los abogados de Elba Esther solamente se justifican con el Laudo del año de 2008 a nombre titular de Rafael Ochoa Guzmán, corrido ya por “Doña Perpetua”, caducado su periodo y, en el hecho, ratificando que el magisterio democrático nacional tenemos la razón de que ya no hay más cacicazgo en el SNTE y que es el fin de Elba Esther Gordillo Morales.