Como trabajadores al servicio del Estado, el patrón nos exige y obliga a aplicar un enfoque sociológico en la educación. En el momento histórico actual se nos impone el modelo de competencias, y no importa lo que nos digan o la forma en que traten de convencernos, este concepto viene de la industria japonesa (modelo Toyota)y está muy ligado a los componentes de calidad en los procesos, donde el trabajador prioriza la productividad de la empresa sobre su vida familiar, personal y social; donde el trabajador renuncia a su participación política pero, sobre todo, a sus derechos sindicales y a las prestaciones sociales que haya logrado, todo en aras de la empresa que lo tiene contratado.
Este enfoque empresarial aplicado a la educación no tiene su correspondencia en una teoría pedagógica, pero, para justificarlo, se trata de incorporar a esta visión principalmente la teoría constructivista, utilizando aspectos de ésta como son:
· El método de proyectos,
· La noción de inteligencias múltiples,
· La teoría de hemisferios cerebrales,
· La neurolingüística y
· La evaluación cualitativa basada principalmente en la utilización de “rúbricas” y “portafolios” de evidencias para evaluar la calidad de los procesos acontecidos en el aula.
Otro aspecto es la participación e injerencia de los padres de familia por medio de los Consejos de Participación Social bajo la consigna de la “rendición de cuentas”, no sólo de los recursos financieros sino del trabajo educativo de los docentes.
Resulta ocioso decir que pocos docentes han entendido lo que el patrón quiere y a excepción del nivel preescolar, pocos dominan el “método de proyectos”, menos aún las inteligencias múltiples, hemisferios cerebrales y neurolingüística y casi ninguno la evaluación cualitativa con los instrumentos señalados.
La educación al servicio del pueblo. Este debe ser nuestro faro en la situación actual que seguramente continuará cuando menos hasta terminar el sexenio; esta demanda, esta exigencia al maestro sobre lo que el pueblo necesita está consignada en el Artículo Tercero de nuestra Constitución que si bien con las últimas reformas desaparece que el alumno deba ser crítico y reflexivo, la propia metodología propuesta nos permite trabajar la crítica y la reflexión como un elemento pedagógico permanente en nuestras aulas.
La imposición del enfoque por competencias no viene sola; mediante la traición sindical que representa la Alianza por la Calidad de la Educación, se repiten los viejos vicios de utilizar al maestro y la escuela para aplicar programas que sobrecargarán al docente de trabajo y que servirán para que funcionarios de escritorio se paren el cuello. En este taller de inicio de ciclo escolar nos encontramos con esto al tratar la cultura para la salud alimentaria, la cultura de la actividad física, los derechos humanos y el asesorar y poner en funcionamiento los organismos que luego nos supervisarán, los consejos de participación social.
El docente se está resistiendo... esta resistencia aparece cuando en los pasillos comenta lo que no entiende y no le gusta de la reforma... cuando critica ENLACE... cuando dice que conoce y aplica, pero en su aula trata de que el alumno aprenda sin seguir los elementos que le impusieron... cuando discute abiertamente con el asesor, el director o el supervisor los fundamentos pedagógicos de su trabajo... cuando se enfrenta al representante sindical que no respeta ni sus propios estatutos... cuando analiza... cuando critica... cuando se prepara por su cuenta porque el Estado-patrón abandonó el compromiso de prepararlo.
Estamos de acuerdo, nos debemos actualizar, las teorías pedagógicas que plantea la reforma son excelentes, pero no estamos de acuerdo en preparar sólo futuros trabajadores sumisos, obedientes, que sepan trabajar en equipo, que aprendan por su cuenta y no conozcan sus derechos sindicales y políticos.
Si tenemos que formar trabajadores deben ser también competentes en lo cívico y político, deben saber “leer el mundo” y actuar en consecuencia. Sin embargo también debemos educar a nuestros alumnos para que sean empresarios, para que sean investigadores, científicos.
En este contexto, en el taller de inicio de cursos debemos planear... planear cómo organizarnos y revertir esta reforma; las armas las tenemos en la propia metodología propuesta.
Cambiemos el futuro, formemos alumnos como los que requiere nuestra patria, reflexivos, analíticos, emprendedores, críticos. Hay que darles a conocer la realidad política, económica y social actual, pero también señalemos a los culpables y la forma en que podemos derrotarlos; sembremos la semilla desde las aulas, alimentémosla con ideas y verdades y trabajemos con educandos y padres para transformar y lograr un México futuro mejor...
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Publicado por Movimiento de Bases Magisteriales para Movimiento de Bases Magisteriales el 9/28/2010 10:30:00 AM
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