LA NUEVA ESCUELA INCLUYENTE Y DEMOCRATICA (1ªparte)

La educación y en especial, la de la escuela pública es un medio a través de la cual nos constituimos en una sociedad política, culta, pensante y crítica de la realidad. Es uno de los instrumentos para hacer viable la justicia social, haciendo posible el disfrute de los derechos sociales y el uso de los bienes materiales y espirituales asociados a ellos al estimular y organizar la lucha contra la inequidad, la pobreza y la degradación humana.
Nuestra propuesta educativa, emanada desde la sociedad, pone al ser humano como eje central, con una visión a futuro de lo que se desea para los educandos y su colectividad.
En la escuela nueva aspiramos a potenciar la organización y participación de la sociedad a partir del ejercicio pleno de la democracia, entendida ésta como una práctica política y social; como una nueva forma de organizar la vida y el trabajo, en la que los trabajadores y el pueblo organizado participen en la planeación científica y popular de la actividad económica productiva, encaminada a generar un nuevo sistema económico que recupere el sentido de lo humano y garantice la satisfacción de las necesidades vitales de la población, creando las condiciones materiales y espirituales necesarias para su pleno desarrollo, por encima de la lógica del mercado, que sólo sirve a las ambiciones de poder y de acumulación de la riqueza de los oligarcas para dominar al mundo. La construcción de una cultura democrática presupone la participación y distribución equitativa en lo económico, político, social y cultural.
El ejercicio de la democracia, a partir de la escuela nueva, suprime la exclusión y potencia la participación, el análisis, la discusión y la generación de propuestas y alternativas para el desarrollo de la comunidad a partir del consenso en la toma de decisiones colectivas y sus formas de concreción. El trabajo que se realiza en colectividades organizadas, propicia el desarrollo de la personalidad de cada uno de sus miembros, armonizando los intereses individuales con los colectivos. Reflexión, determinación y acción colectivas son valores esenciales que, sin menoscabo del desarrollo pleno de los individuos, permitirán el fortalecimiento de la paz, de la dignidad, de la justicia y el respeto a los derechos humanos.
La nueva escuela debe construirse y reconstruirse con y desde el pueblo; debe desarrollar un proceso de concienciación y concientización (¿?) con la intención de reeducar y reorientar el proceso educativo a nivel popular; debe responder a un proyecto político de transformación global del modelo económico, político, social y cultural hegemónico del país.
En la escuela que proponemos se propiciará una nueva racionalidad de la vida, que recupere la alegría y la esperanza, en la que las nuevas formas de gestión potencien el ejercicio del autogobierno popular, una racionalidad que nos emancipe de la ideología capitalista. La pretensión es dignificar al hombre como ser racional, transformador, creativo y solidario.
La nueva educación debe ser formativa integral, axiológica, analítica, crítica, propositiva, participativa, transformadora y liberadora; que forme a un sujeto respetuoso de los diversos valores democráticos y manifestaciones culturales de los pueblos; abiertos a los cambios dirigidos a una vida justa y plena, con una clara conciencia de su corresponsabilidad productiva y de la necesidad de una distribución equitativa de los bienes producidos por la sociedad.
La nueva escuela promoverá el desarrollo y fortalecimiento de nuestra identidad, recuperando las raíces culturales, las tradiciones y valores históricos, democráticos y emancipadores, de los que forman parte las culturas indígenas. En el proceso de desarrollo cultural, estas tradiciones van de la mano del desarrollo de la ciencia y la tecnología, sin ellas todo progreso económico será limitado y excluyente.
La nueva escuela brindará una educación de alta calidad, conteniendo esta las disciplinas y oportunidades necesarias para el desarrollo potencial de cada sujeto. Asimismo, promoverá las acciones necesarias para garantizar económicamente las condiciones adecuadas para desarrollar con éxito las actividades educativas, así como la investigación científica y tecnológica y el fomento y difusión de la cultura y el deporte.