jueves, 5 de agosto de 2010

SE NOS ADELANTA EL "CHOLO" HERRERA.

Bastaba ver sus desorbitados ojos para morirse de risa


Bastaba con mirarlo en medio del escenario moviendo en círculos sus desorbitados ojos para desternillarse de risa. Héctor Herrera Alvarez sólo tenía que dejar salir a su alter ego, “Míster Cholo Dzipiris Arrigunaga Peón” y el apellido del político en boga y el público llenaba las butacas del teatro regional.
“Mi nombre es Cholo, mi apodo es Héctor”, solía decir Herrera Alvarez, fallecido ayer a los 75 años de edad, quien con su calidad histriónica se impuso y supo inyectar nuevas ideas al teatro regional al imprimir la influencia de la comedia musical, revolucionando lo que hasta ese momento se había hecho: “tandas” y variedad, hasta cierto punto improvisadas e informales.
Sin necesidad de recurrir nunca a una palabra soez o a un insulto, Herrera Alvarez transitó de las tandas a un formato de obra escrita a propósito bajo un mismo título añadiéndole prólogo y jarana final con “bombas” yucatecas, con lo que dio vida al teatro regional que ahora conocemos.
Pero además siempre demostró que era, sin lugar a dudas, un señor actor, lo que confirmó con su papel en el filme “Lake Tahoe” por el que le dieron el Ariel de Plata, aunque ya desde el teatro enseñó su calidad al representar a políticos locales y nacionales con tal maestría que uno quedaba boquiabierto.
Cómo olvidar cuando representaba a Fidel Velázquez Sánchez o a Víctor Cervera Pacheco. “Lo que más me gustaba hacer era salir de don Fidel”, confesó en una ocasión al cronista. “Parecía muy fácil, pero no era así”, afirmó en una entrevista, de las últimas que concedió en el teatro Colón, luego de que abandonó los escenarios del teatro “Héctor Herrera” de la calle 64, donde por 36 años, desde el 4 de mayo de 1970, dio vida a numerosas obras en las que parodió la política y cualquier tema de la vida local y nacional e incluso telenovelas como “Cuna de Lobos”, donde imitó al personaje Catalina Creel.
Así, Herrera Alvarez marcó la pauta del quehacer teatral en Yucatán, siendo con su trabajo, modelo a seguir de las nuevas generaciones, de las que fue maestro.
Dejó obras de teatro nacional, regional, películas y series de televisión al lado de destacados personajes del mundo del entretenimiento y recibió innumerables premios por el talento a su paso por los escenarios.
Héctor Leobardo Herrera Alvarez nació en el seno de una familia de actores, en el barrio de Santiago de la ciudad de Mérida, Yucatán, el 12 de agosto de 1934. Hijo de Mario Herrera Bates “Sakuja”, de profesión actor, y de la señora María Elena Alvarez Páramo, de profesión actriz, “Cholo” fue el segundo de cuatro hermanos.
Herrera Alvarez descendió de lo que se conoce como una dinastía actoral que comenzó con su abuelo Héctor Herrera Escalante, en la segunda década del siglo XX. Realizó su debut profesional a los cuatro años en una actuación especial atravesando el escenario con su veloz triciclo en la “tanda” “El Ayuntamiento Chulín”, al lado de su padre y su tío Fernando Herrera, en el Teatro Principal, hoy Teatro Daniel Ayala; y más tarde, en las giras tanto por el interior del Estado de Yucatán como por las diferentes plazas del país.
A los 15 años hizo su presentación profesional con la obra “La Dama del Alba”, de Alejandro Casona, con la primera actriz María Teresa Montoya y su Compañía, en el teatro “José Jacinto Cuevas”.
Tiempo después viajó a la Ciudad de México donde realizó trabajos tanto en televisión y cine, como en el teatro, al lado de Manolo Fábregas, de quien fue su asistente de dirección en importantes obras como “Promesas, Promesas”, “Hello Dolly”, “Mame” y muchas otras más que marcaron lo que se llamó la época de oro del teatro en México.
A finales de los sesenta en el siglo pasado Herrera Álvarez era ya un actor reconocido y admirado por su trabajo en la capital del país, alternando con grandes figuras como Silvia Pinal, Libertad Lamarque, La India María y Los Polivoces.
Mientras tanto, en Mérida, Yucatán, el teatro regional atravesaba por una crisis para subsistir por la falta de público. Fue por ese motivo que dejó su carrera en México, pues tuvo que venir a apoyar a la familia y a la Compañía de Arte Regional Popular, de su padre Herrera Bates.
Al hacerse cargo de la compañía inició en el local de la calle 64 y tuvo como primera pareja regional a Ofelia Zapata “Petrona”, le siguieron “Chonita”, interpretada por Narda Acevedo; Madeline Lizama “Candita” y finalmente su esposa, Jazmín López “Tina Tuyub”.
Para dimensionarlo entre los Herrera, el actor fue el segundo de cuatro hermanos: Mario, Filia y María Elena. De entre los que quedan como actores están Mario Tercero Herrera Flores y sus hijos Daniel y Mario Herrera, la pareja de “Dzereco” y “Nohoch”. También es pariente suyo Manolo del Río, “Pixculín”, y su hijo Ricardo del Río “Taco de Ojo”. Están sus primos Fernando, Héctor y Manuel Herrera “Los Chetos”, todos ellos muy buenos actores del teatro regional, pero ninguno con la trayectoria de “Cholo”.
Herrera Alvarez se casó con Socorro Cerón y posteriormente con Enriqueta Lara, Soledad Osorio y finalmente con López Manrique. Tuvo siete hijos: María Elena Herrera Cerón; Lily Herrera, María Eugenia y Dolores Herrera Lara y Jimena, Fabiola y Héctor Herrera Osorio.
Fue reconocido en el Sureste de México como un impulsor del teatro satírico y al dejar los escenarios le realizaron un homenaje en el Teatro Mérida con la participación de los actores Eric del Castillo, Angélica Aragón, Evita Muñoz “Chachita”, Imelda Miller, Irma Dorantes y Alberto Rojas “El Caballo”.
En el año 2004 fundó con López Manrique la primera Escuela de Teatro Regional Yucateco, que orgullosamente lleva su nombre “Héctor Herrera Cholo”, única en su género, donde se imparten clases a niños, jóvenes y adultos, para asegurar así, la preservación y conservación del teatro regional auténtico.
En el año 2005 llevaron dicha Compañía de Teatro Regional al Festival Cervantino en Guanajuato. El Teatro Juárez abrió por primera vez sus puertas al teatro popular con la obra “Sueño de Flamboyanes”, escrita por él mismo y López Manrique.
La obra retrató a una familia de principios del Siglo XX y fue tal el éxito que en diciembre de 2008 volvieron con la segunda parte “¿Y qué pasó con el sueño de flamboyanes”, donde Herrera Alvarez apareció en silla de ruedas en el escenario.
Entre su trayectoria se cuentan series de televisión tales como “Exitómetro Colgate” con Kippy Casados, “La Telenovela Juvenil” en Canal 4, “Las Tandas del 4” revista musical de Ramón Inclán y Lilia Guízar, “Yate del Prado” revista con las hermanas Navarro y Eduardo Charpenel, “Cómicos y Canciones Adams” con Viruta y Capulina, León Mitchell y Verónica Castro, “Teatro Anaconda Nacional” dirección de Manolo Fábregas, “La Media Ochoa” programa cómico-musical con Leonorilda Ochoa, “Los Polivoces” con Eduardo Manzano y Enrique Cuenca, “Domingo Herdez” con Raúl Astor, Chucho Salinas y Héctor Suárez, “La Pareja Dispareja” con Enrique Rambal y Manolo Fábregas, “La Criada Bien Criada” con María Victoria, “Estudio Raleigh” con Paco Malgesto, “Noche a Noche” con Manuel “Loco” Valdez y la telenovela “Gotita de Amor”.
En el teatro nacional dirigió junto con Manolo Fábregas obras como “Promesas, Promesas” con Jorge Lavat y Amparito Arozamena; “Cualquier Miércoles” con Fernando Soler y Silvia Pinal; “Hello Dolly” con Libertad Lamarque y Jorge Gálvez; “Falta un Metro para la Olimpiada” con Zulma Fahiad y “Los Diamantes”; “La Divina con Medias” con Zulma Fahiad, Beto el Boticario, Güero Castro, María Victoria y Manuel Zepeda Novelo; “Descalzos en el Parque” con Fernando Luján y Susana Freyre; “Cuidado con el de los Cuernos” con Oscar Ortiz de Pinedo y Rosalba Brambila; “Cada Quien su Vida” con Noé Murayama, Ema Fink, Carlos Navarro y Luz Ma. Núñez; “A Media Luz los Tres” con José Cibrián y Ana María Campoy; “Anatomía de un Puro” con Héctor Suárez y Alejandro Meyer; “Desnúdese Señora” con Cecilia Alarcón y Oscar Pulido; “El Doctor Espera Nene” con Oscar Ortiz de Pinedo, Rosalba Brambila y Luis de Alba; “No Me Manden Flores” con Mauricio Garcés y Adriana Walter; “Carrousel” con Rafael Banquells, Ma. Teresa Rivas y Héctor Bonilla; “La Señora Primera” con Lalo “El Mimo” y Silvia Suárez Trosky; “La Pareja Dispareja” con Mauricio Garcés, Víctor Alcocer y Pedro D´aguillón; “El Fantasma Rojo” con Begonia Palacios, “Pompín” y Nacho; “La Mama” con Ofelia Guilmain y Chucho Salinas; “Nunca es Tarde” con Oscar Ortiz de Pinedo y Carmen Molina.
En el cine actuó en películas como “Escuela de Señoritas” con Enrique Rambal y Amparo Ribelles; “Los Nuevos Ricos de Yucatán” con Daniel “Chino” Herrera, Carmelita González; “Tonta, Tonta pero no Tanto” con la “India María”; “Entre Pobretones y Ricachones” con Eduardo Manzano y Enrique Cuenca “Los Polivoces”; “Blanca Nieves y sus Siete Amantes” con Sasha Montenegro, Rafael Inclán, Erick del Castillo y Carlos Riquelme, donde, por cierto, hizo un desnudo; “Burdel” con Carmen Montejo y Carmen Salinas, “Vidita Negra” con Mauricio Garcés; y “Lake Tahoe” bajo la dirección de Fernando Eimbecke.
En el teatro regional escribió y presentó más de 200 obras, entre las más importantes “Amando a Miguel”, “Cholo el Ex Tortista”, “Cholo Ché y la Crisis”, “Viene Pelón el Sexenio”, “Tiburones de Otro Mundo”, “Jiji de Colito”, “La Ciudad de la Chaya”, “Cholo Sensor”, “Cholo Manteca”, “Cholo Video Veo”, “Hipócrita y Andobas”, “Los Mariposos”, “Mundo de Trinquete”, “Recordar Es Volver a Reir”, “Posada Sin Dulce”, “Cuna de Perros”, “Koy Story”, “Cholo Voto con mi Foto”, “Nada Quincenal”, “El Huevo del Águila”, “Mirando a Tu Mujer”, “X’lá Drácula”, “Mirando a Tu Mujer en Progreso”, “Adiós Mundo Creel”, “Oh! Diosos del Olimpo”, “Reapagamos la Luz”, “Huele a Pan Quemado”, “El Peje Madrazo”, “El Tren Bola”.
Obtuvo los premios tales como Medalla Virginia Fábregas por 25 años de vida artística, Medalla Yucatán, otorgada por el Gobierno de Yucatán en 1987; en 1992 el Reconocimiento de la Academia Mexicana del Humor, presidida por Raúl Vale; en 1997, Premio “Toda una Vida en el Teatro” por el ICY; en 1998, Medalla al Mérito Artístico. Gobierno del Estado de Yucatán; en 1998, Comandante Honorario del Departamento de Protección y Vialidad de la Policía de Mérida; ese mismo año recibió la Medalla “Eduardo Arozamena” por sus 50 años de vida artística otorgada por la Asociación Nacional de Actores (ANDA); en el 2000 el Reconocimiento de la Comisión Federal Electoral por su apoyo a la credencial con fotografía con la obra: “Cholo, voto con mi foto”; siempre en ese año un reconocimiento de la Universidad Autónoma de Yucatán, por su aportación a la cultura; en el 2001 se hizo Socio Honorario de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), credencial número 2621; en el 2005 se le dio la Medalla “Héctor Victoria Aguilar” por el Congreso del Estado de Yucatán; en el 2008, el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco, el Instituto de Cultura y la ANDA le rinden homenaje en el Peón Contreras; y en el 2009 recibió el Ariel por Mejor Actor Secundario por la película “Lake Tahoe”, dirección Fernando Eimbecke, otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas, que ganó premios en diversos festivales del mundo, como El Oso de Berlín; siempre en ese año recibió la Medalla Toda una vida en el teatro que otorga la Unesco. Lo último, este año, fue el Lince de oro que le entregó la Universidad del Valle de México.
(Rafael Gómez Chi)

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